Una mujer fue sentenciada a muerte en el estado de Arizona en de febrero de 2011, cuando Shawna Forde, de 45 años, fue sentenciada por la muerte de Raúl Flores Jr y su hija Brisenia Flores, de 9 años, en la población fronteriza de Arivaca.
Forde, miembro activo del grupo paramilitar Minuteman, se hizo pasar por agente del orden para entrar en el hogar de Flores, el 30 de mayo de 2009.
Según documentos de la corte, Forde, acompañada de otras dos personas, entró a la vivienda en busca de drogas y dinero, que esperaba utilizar para financiar las actividades del grupo paramilitar que vigila la frontera de Arizona con México.
Cuando los invasores no encontraron droga, se llevaron joyas, pero primero mataron al padre y a la hija. Gina González, esposa de Flores y madre de Brisenia fue la única sobreviviente y testigo principal durante el juicio.
"La Corte Suprema de Estados Unidos decidió que es el jurado quien debe sentenciar a la pena de muerte a una persona y no el juez", explicó a Efe Antonio Bustamante, penalista en Arizona.
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