19 de Marzo, 2013
Ixtapaluca, Estado de México.- Luego de minuciosos trabajos de investigación y de inteligencia, elementos de la Policía Ministerial del Estado de México aclararon los asesinatos que se cometieron en días pasados contra 4 integrantes de una familia, un matrimonio y sus dos menores hijos de 10 y 15 años de edad, que presuntamente habían sido sacados de su domicilio de manera violenta por un comandando de varios sujetos armados.
El autor intelectual y material del múltiple homicidio que fue identificado como Jorge Luna Romero, de 23 años de edad y que resultó ser yerno del matrimonio muerto fue detenido por elementos de la Policía Ministerial junto con Mariana Rosales Vera, de 19 años, hija de los occisos que indirectamente se convirtió en su cómplice, pues no se atrevió a denunciar a su amasio y guardó silencio, pese al brutal asesinato que este desequilibrado sujeto cometió contra sus padres y sus dos menores hermanos.
Los policías ministeriales también detuvieron a la señora Reyna Miranda Romero, de 50 años de edad, madre del presunto homicida y a su primo José Antonio Meléndez Luna, debido a que las investigaciones que se realizaron establecieron que estos le ayudaron a deshacerse de los cadáveres, los detenidos fueron descubiertos cuando ya se daban a la fuga al Estado de Veracruz, donde pretendían esconderse en la casa de unos amigos para evadir la acción de la justicia.
Este lamentable caso quedó al descubierto la noche del pasado 8 de marzo, después de que familiares del señor Rogelio Rosales Villa, de 47 años de edad, se presentaron en las instalaciones del centro de justicia de Ixtapaluca para pedir el auxilio de elementos de la Policía Ministerial, pues afirmaban que un comando de varios sujetos armados llegaron al domicilio del señor Rogelio, ubicado en la Colonia Jorge Jiménez Cantú y a punta de pistola se lo llevaron con rumbo desconocido junto con su esposa y sus dos menores hijos.
Cuando los elementos de la Policía Ministerial iniciaron de lleno con los trabajos de investigación para encontrar a los familiares, al siguiente día, el 9 marzo, fue localizado en un paraje del poblado de Río Frío, a un costado de la Autopista México-Puebla, a la altura del kilómetro 27, el cuerpo sin vida de uno de los menores que había sido secuestrado con sus padres, el niño fue identificado como Alán, de 10 años de edad, a quien sus verdugos estrangularon.
Dos días después, el 11 de marzo, muy cerca de este lugar, a un kilómetro de distancia, fueron encontrados los cadáveres del señor Rogelio Rosales Villa y el de su hijo Adrián, de 15 años de edad; las autoridades policiacas informaron que a este jovencito sus verdugos lo habían asesinado brutalmente a golpes y que a su padre lo degollaron.
Al otro día, el 12 de marzo, las autoridades policiacas finalmente encontraron muerta casi en la misma zona a la señora Adriana Vera Cortés, esposa y madre de los occisos, a quien los presuntos homicidas también degollaron.
En ese momento, los elementos de la Policía Ministerial consideraron que por la forma en que los integrantes de esta familia fueron asesinados posiblemente se había dado una brutal venganza de integrantes del crimen organizado dirigida al padre de familia.
Sin embargo, conforme avanzaron los trabajos policiacos, también se manejó un robo o una venganza de tipo pasional como posible móvil del múltiple homicidio, pues policías ministeriales revelaron que según versiones de familiares de los occisos, el señor Rogelio acababa de obtener un préstamo por 150,000 pesos para pagar algunas deudas que tenía y se pensó que pudo ser víctima de un asalto, aunque también se supo que se enteró que su esposa lo engañaba con otro hombre y no se descartó que su supuesto rival en amores lo mandara asesinar junto con sus hijos para vivir libremente su amor.
Estas posibles líneas de investigación fueron trabajadas ampliamente, aunque gracias a la sagacidad de los ministeriales cada una de ellas fue descartada hasta que llegaron al fondo del asunto cuando se enteraron que una hija de los occisos había quedado viva y que dicha mujer pese a la tragedia andaba muy campante y no se le veía preocupada.
Conscientes de que esta joven podía tener alguna relación en los asesinatos de sus familiares o sabía algo, los ministeriales se trasladaron a su domicilio para interrogarla y al someterla a una serie de cuestionamientos se mostró sumamente nerviosa y cayó en constantes contradicciones y aunque en ese momento se mantuvo en su posición de afirmar que no sabía nada, posteriormente todo quedó al descubierto, cuando los ministeriales la interceptaron y detuvieron justo en el momento en que se daba a la fuga con su amasio, la madre de éste y un primo, pues sabían que ya habían sido descubiertos.
Al ser trasladados a las instalaciones del centro de justicia local y una vez que fueron sometidos a un interrogatorio por separado, los detenidos confesaron todo.
Agencias
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