Que su madre fuera a la cárcel o
no dependía del pequeño A.J, quien con su testimonio tenía la libertad de su
madre en sus manos. El pequeño de 7 años fue testigo del trágico caso que
dividió a su familia.
Después de seis meses de no ver a
su madre, la volvió a ver en el juicio, en principio no la reconoció, después
de esto soltó el llanto. Lo mismo le ocurrió a Amanda, quien entre llanto
gritaba: "Le pedí a mi abogado que parara por favor, Por favor, deja esto".
"Estaba muy tranquila, muy
tranquila", dijo Lewis. "Amé mi vida". Su hija, Lewis dijo, era
una niña que buscaba mucho su atención. "Era una niña feliz, muy
extrovertida, muy hiper ... Ella se parecía a mí, actuaba como yo, era
testaruda como yo", dijo. "Ella era como mi sombra ambulante".
A.J. Era el niño más tranquilo y
relajado. "Estaba tranquilo", dijo Lewis. "Podría sentarse en la
esquina y jugar con su auto y estar contento y feliz".
En 2008, Lewis tuvo que dejar a
sus hijos solos por las noches porque entró a trabajar como enfermera. Y para
evitar accidentes mientras no estaba en casa les hizo una serie de
recomendaciones de no acercarse a la piscina que se encontraba en el patio.
¨Les dije que no podíamos
utilizar la piscina hoy, pero ellos querían salir unos minutos mientras yo
dejaba todo listo para irme¨, declaró Amanda
En el patio había una piscina de
4 pies de profundidad, pero no podían entrar a ella sin la supervisión de un
adulto o por medio de una escalera que estaba encerrada en el cobertizo.
De pronto A.J. Gritó "Mamá,
Adriana está en la piscina, al principio pensé que quería decir que estaba
junto a la piscina y le dije, 'OK, bueno, dile que entre'"
Minutos después Lewis salió a
buscar a la pequeña y encontró al pequeño rastrillando el agua como si
estuviera tratando de agarrarla... "Salí corriendo de la casa", dijo.
"Cuando llegué a la piscina ... estaba boca abajo ... estaba muy morada, muy
azul".
Lewis dijo que empezó a dar
Adriana CPR y llamó al 911. La pequeña Adriana fue trasladada al hospital más
cercano. La doctora que se encontraba en emergencias, Linda Fox, comentó que
ella y otros médicos trataron de salvarle la vida a la niña, lograron recuperar
su pulso pero este no le duró. La pequeña Adriana fue declarada muerta a las
5:05 p.m.
Hasta aquí todo parecía normal,
apuntaba a un accidente en el hogar que tuvo un fatal desenlace.
Días después, el pequeño empezó a
hacer unos extraños dibujos en los que aparecía su hermana dentro de la piscina
y su madre, ahogándola.
Al principio las autoridades
pensaron que la muerte de Adriana fue accidente, pero algo no andaba bien, la
niña media 1.20 m y la piscina solamente tenía 80 centímetros de profundidad.
Fue el pequeño A.J. Quien dio
declaraciones desgarradoras ante el juez, al decir que su hermana no se ahogó
por accidente, y que fue su propia madre quien en un arranque de locura la
sumergió en la piscina.
Además, algunos testigos dijeron
que la pequeña tenía terror al agua. Aún más perjudicial fue el testimonio de
los compañeros de Lewis, quienes dijeron que tres mese antes del ahogamiento,
Lewis dijo que quería matar a Adriana después que la niña rayó su coche nuevo
con un marcador permanente y esto la molestó demasiado.
Sin embargo, a esto Lewis se
defendió diciendo: "Es un comentario que todo el mundo usa, pero nunca en
mi mente, nunca, lo haría a cualquiera de mis hijos", dijo.
Otra de las pruebas perjudiciales
para Lewis fueron los moretones inexplicados encontrados en la frente de
Adriana.
Con dos horas fueron suficientes
para que los jurados declararan a Lewis culpable de asesinato, mandándola a
prisión de por vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario