28 mar 2014

"La Muñeca": un error te echa a perder la vida



A 'La Muñeca' le gustaba salir a bailar, gastar en sus perros y apostar a los gallos; tenía poder y dinero: era la líder de una banda de plagiarios que cortaba los dedos de sus víctimas para exigir rescates de hasta cinco millones de pesos, asesinaban por contrato, torturaban y extorsionaban comerciantes en varias ciudades.

Hoy pasa 22 horas al día en una celda de máxima seguridad y sabe que siempre será igual; ella nunca volverá a pisar las calles.
“Aquí adentro he cambiado mucho, mi vida es otra, he madurado. Lo que más extraño es a mi familia, la única que me visita es mi madre, y eso muy poco; mi papá siente vergüenza de mí”, relata entre lágrimas en los patios del Cereso femenil de esta capital, donde la única condición que puso para la entrevista fue no mostrar su rostro, “no por mí, es por mi papás”, argumenta.
Erika Patricia Alonso Sandoval fue detenida en noviembre de 2010 y cuatro meses después se convirtió en la primera mujer sentenciada a cadena perpetua en México, luego de que el estado de Chihuahua modificó su legislación para otorgar penas vitalicias a secuestradores y extorsionadores, así como a homicidas de policías.

El día inicia a las 5:30 horas para 'La Muñeca'. Lo primero que debe hacer es bañarse; la regadera está dentro de la celda. Luego dobla sus cobijas y espera junto con sus compañeras —todas sentenciadas a la misma pena— a que la celadora pase lista.

Desde el Módulo 2 de máxima seguridad bajan al comedor, siempre en fila, con las manos en la espalda y la cabeza inclinada.

“Aquí hay mucha disciplina, tenemos horarios para las actividades. A los guardias se les habla con mucho respeto y se les pide permiso para todo”, reconoce la mujer que ordenó cortarle los dedos meñiques a un empresario de 43 años de edad, que luego envió a la esposa para presionarla a que pagara un millonario rescate.

Después de tomar sus alimentos las internas regresan, observadas en todo momento por cámaras de vigilancia, que las siguen paso a paso pendientes de que caminen entre las dos líneas amarillas pintadas en el piso, de las cuales nunca pueden salirse o serán castigadas, o incluso sometidas físicamente por las celadoras.

En la celda no se permiten pertenencias, sólo dos cobijas, un cambio de ropa interior y artículos de aseo personal. Las sentenciadas y procesadas, las que mataron, robaron o simplemente cometieron un delito menor visten ropa deportiva gris, el mismo color de las paredes y el piso; sólo las rejas cafés marcan una pequeña diferencia.

Erika asegura que no debiera pasar el resto de su vida en prisión, que es inocente y nada tuvo que ver con secuestros u homicidios. A pesar de que fue detenida en una casa de seguridad, de que sus cómplices la delataron como la dirigente de la banda y sus víctimas la identificaron, 'La Muñeca' sostiene que está en la cárcel “por amor”, ya que el verdadero secuestrador era su novio y ella sólo fue a visitarlo cuando la policía la detuvo. “Yo no sabía, es un error del que me arrepiento, mi mamá me decía que tenía un mal presentimiento y no le hice caso”.

Al rescatar a una víctima de secuestro, la policía estatal localizó en una casa de la colonia Los Naranjos varios rifles de asalto, pistolas, dos vehículos robados y aparatos de comunicación. Ahí fueron detenidos dos menores de edad, así como Alfredo Cruz Guzmán, de 18 años, y Erika, quien entonces dijo tener 28, pero tres años después, dice que son 24.

La Fiscalía estatal les fincó cargos por tres secuestros; en dos de ellos los plagiados fueron privados de la vida a pesar de haber pagado el rescate. Cruz Guzmán, conocido como 'El Pelón', recibió cadena perpetua. Fue la primera sentencia de ese tipo en el país (para hombres o mujeres), mientras que los cómplices de 17 años pasarán 15 en la cárcel. De esa forma se desarticuló a la banda de Los Mochadedos.
La mañana transcurre en la celda de tres por tres metros, conformada por tres literas —una por lado— y un baño. Ahí las internas se esfuerzan por mantener la calma. “Somos cinco, son caracteres diferentes. La lucha es por sacar el día bien, por que no haya problemas, pero es muy difícil”, dice.

Al mediodía la rutina de la comida es igual a la del desayuno; luego vienen las ansiadas dos horas fuera de las celdas. “Nos dan dos horas. Las usamos para lavar ropa, hacer ejercicio, ir a la biblioteca y hablar por teléfono”.

'La Muñeca' puede hacer dos llamadas de 10 minutos a la semana a su familia, siempre y cuando haya presentado buena conducta, de lo contrario pierde ese privilegio hasta por 15 días. Dice que le gusta leer, por lo que procura terminar rápido sus actividades para tener más tiempo en la biblioteca.

En tres años ha sido cambiada en varias ocasiones de penal, por razones de seguridad. Tras ser sentenciada, estuvo en esta prisión, luego fue enviada a Parral, posteriormente a Ciudad Juárez y finalmente regresó a la capital, de donde ya no será reubicada debido a la certificación internacional que recibió el sistema penitenciario estatal que obliga a confinar en un solo reclusorio a los secuestradores.

La entrevista se interrumpe al tocar el tema de la familia; el llanto no la deja hablar. Estuvo casada, pero no tuvo hijos; luego conoció a un muchacho que le cambiaría la vida. “No sabía nada de lo que se dedicaba. Vine a visitarlo de Ciudad Juárez y me involucraron en los secuestros”, relata con calma, pero al preguntarle qué siente de saber que no volverá a ser libre, de nuevo las lágrimas cubren su rostro.

Se lleva las manos a la cara para limpiarse los ojos y deja al descubierto un tatuaje de la Santa Muerte que lleva en el brazo izquierdo. Sostiene que no le rinde culto, pero que se tatuó para “acordarme que algún día la voy a conocer, para allá vamos todos”. El tatuaje se lo hizo un reo en el Cereso de Juárez, luego vino un segundo de un dragón: “se supone que tiene la cara del diablo, pero más parece Gokú (personaje de caricaturas)”, dice entre risas.

En el penal fronterizo tenía más libertades. Allí entrenó box y se convirtió en la campeona estatal del torneo interpenitenciario; incluso, preparaba a otras nueve internas en esa disciplina. También en aquella cárcel fue parte del programa “Libre de prisiones”, en el que presos dan pláticas a estudiantes de preparatoria.

“Les decía a los muchachas que se fijaran bien con quién se juntaban, que no cometieran el mismo error que yo. Que un error te echa a perder la vida”, señala.

Erika es una de las 122 internas del Cereso femenil. Quiere seguir estudiando y alcanzar una licenciatura en derecho. “Para ayudar a la gente inocente”. Piensa que la cadena perpetua es injusta para un secuestrador.

“Es mucho tiempo. Estamos capacitados para integrarnos a la sociedad, debería de ser una condena más corta; un error lo comete uno, pero no es para que te den de por vida”, señala.
Durante las investigaciones, las autoridades obtuvieron declaraciones de que la banda participó por lo menos en seis secuestros y varios homicidios, tanto en Juárez como en la capital; sin embargo, no lograron reunir las suficientes evidencias para presentarlas ante el juez, aunque la sentencia no habría cambiado.


“Aquí vivimos para sacar un día y esperar el siguiente para volver a empezar, pero es difícil, muy difícil”, finaliza 'La Muñeca'.

24 mar 2014

Patricia Flores Saldaña



28/01/2014

Agentes del Ministerio Público y la Policía Ministerial lograron la captura de una mujer que asesinó a golpes a su hijo recién nacido en el municipio de Huamantla, Tlaxcala, México.

Esta acción, se concretó gracias a las investigaciones que comenzaron los agentes de la Policía Ministerial, el 28 de enero del año en curso, cuando en compañía del grupo de especialistas de la dependencia encargada de procurar justicia, acudieron al levantamiento de un cadáver de un recién nacido en el interior del Hospital General de la SESA en Huamantla.

Posterior a las diligencias, los detectives recabaron el testimonio de una persona del sexo femenino que se identificó como abuela del recién nacido, misma que manifestó que su hija dio a luz en el interior de su domicilio ubicado en el municipio de Huamantla, por lo que trasladó a su familiar y al bebé al nosocomio, donde más tarde este último perdió la vida; agregó, que durante el traslado, observó huellas de violencia en el cuerpo de su nieto.

Con este indicio, los detectives iniciaron las pesquisas correspondientes a fin de conocer la forma cronológica en cómo sucedieron los hechos, motivo por el cual el Agente del Ministerio Público giró la orden de presentación en contra de la madre.

Con estas pistas y luego de que fue dada de alta, los detectives adscritos a la Pgje, localizaron a la sospechosa a las afueras del hospital, a quien se le informó que tendría que acudir en calidad de presentada ante el Representante Social, a fin de declarar en relación a la forma en cómo murió su hijo.

Sin embargo, al verse sorprendida Patricia Flores Saldaña de 21 años de edad, trató de corromper a los agentes de la Policía Ministerial, y les ofreció dinero en efectivo a cambio de que no continuaran con las investigaciones, por lo que fue asegurada y puesta a disposición del Agente del Ministerio Público de la Mesa de Detenidos en Huamantla por el delito de cohecho.


Durante su declaración ministerial, la probable responsable confesó que asesinó a su hijo tan luego dio a luz en el interior del baño de su domicilio, ya que no quería que su madre se diera cuenta, situación por la cual decidió golpearlo hasta privarlo de la vida.

Alicia López González


Viernes, 6 Dic, 2013

Alicia López González (a) “La Licha” fue sentenciada ayer por el Juzgado Octavo Penal a 97 años  seis meses y 4 días de prisión, por ayudar a su marido a violar a sus tres hijos, dos niñas y un niño, cuando eran menores de edad, bajo el argumento que era para que nadie abusara de su ingenuidad y supieran cómo es la  vida.
El marido Héctor Raúl Tamayo Lizama fue condenado en abril de 2011 a 111 años tres meses y dos días de cárcel por corrupción de menores y violación equiparada.

El Juzgado Octavo Penal también condenó a la mujer al pago de 30 mil pesos, a cada una de las víctimas, por concepto de la reparación del daño y le impuso una multa de 376 mil 912 pesos.
Asimismo, se le privó de todo tipo de derechos para con su familia y a que no tenga ningún tipo de beneficio, por la gravedad de los hechos en que incurrió.

Estos hechos salieron a la luz pública en agosto de 2008, cuando la hija de 15 años de edad, fue ingresada de emergencia para ser atendida de un aborto y al ser cuestionada por los médicos del Centro Materno Infantil, relató que el padre de su bebés era su progenitor, quien desde que ella tenía 9 años de edad, la violaba al igual que a otra de sus hermanitas, en tanto que su madre hacía lo propio con su hermano.

La denuncia fue interpuesta por H.T.L., hijo de la pareja,  quien en 2008 tenía 17 años de edad, y que estaba enterado de que sus hermanas eran víctimas de violaciones por su padre, señalando que a él mismo había sido abusando sexualmente desde que era un niño.


Los padres justificaban las violaciones diciéndoles que tenían que aprender a tener relaciones sexuales para que nadie abusara de ellos. Alicia López huyó a su natal estado de Guerrero, sin embargo, regresó a su casa en el fraccionamiento Fidel Velázquez, por lo que los vecinos alertaron a la FGE por lo que fue detenida en enero de 2011.

Alejandra Domínguez Ramírez


13/Nov/2013
Como resultado de una acalorada discusión de pareja, un joven de 20 años fue asesinado ayer por su esposa frente a sus dos hijas, en un domicilio de la colonia Niños Héroes; el homicidio de Rubén Vargas Vargas fue perpetrado con un arma blanca.

Tras el crimen, agentes de la Policía Municipal detuvieron a Alejandra Domínguez Ramírez, de 19 años, para ponerla a disposición de las autoridades competentes.

A través de un comunicado de prensa, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) informó que el aseguramiento fue a raíz de una llamada telefónica recibida a las 11:15 horas, a través de la línea telefónica de emergencia 066, al parecer hecha por la probable homicida.

El reporte daba cuenta de una riña conyugal, en un departamento ubicado entre las calles Coral y Chapultepec, por lo que de inmediato acudieron policías adscritos a la Estación Oriente.

En el trayecto fueron informados de que una persona había sido herida con arma punzocortante, en el edificio marcado con el número 1611.

La ahora detenida presentaba manchas de sangre en el rostro, brazos y la ropa que vestía, y les dijo que había tenido una discusión con su esposo.

A versión de la joven, forcejearon con un cuchillo de cocina, y después, sin percatarse, resultó herido Vargas Vargas, quien fue hallado en un cuarto ubicado en la planta alta, tendido boca abajo en el suelo sobre un charco de sangre.

Por tal motivo los oficiales solicitaron el apoyo urgente de paramédicos, llamado que fue atendido por una unidad de la Cruz Roja Mexicana, a cargo de la Técnico en Urgencias Médicas (TUM) Eugenia Sandoval, pero el hombre ya había fallecido.

Al lugar acudió el agente del Ministerio Público del Fuero Común (Ampfc), para dar fe del deceso, así como efectivos de la Policía Ministerial del Estado (PME), peritos y del Servicio Médico Forense.
En un pasillo de acceso encontraron el arma con la que supuestamente forcejearon.

Domínguez Ramírez fue trasladada a la comandancia de policía, para ser presentada ante el juez calificador, quien al tener conocimiento de los hechos determinó ponerla a disposición de la autoridad ministerial.

Datos recabados en el lugar de los hechos refieren que la familia llegó hace poco de Estados Unidos, y que tenían menos de un año en el departamento.

Tras el violento asesinato, la madre de familia bajó de la planta alta hacia la calle en aparente estado de "shock”, para pedir prestado un equipo de telefonía celular al empleado de una tienda de licores, ubicada a un costado del lugar donde ocurrió el crimen.


Después de hacer una llamada llegaron los policías y sacaron a las niñas del domicilio. No se informó sobre su paradero.

23 mar 2014

Le Thanh Van


La Viuda Negra o la Envenenadora de Ho Chi Minh,  asesino con cianuro a 13 personas, entre 1998 y 2001, en la provincia de Ho Chi Minh, Vietnam.


Se ganaba la confianza de sus víctimas, personas adineradas, para después envenenarlos y poder robarles. No hay más información en español.

Angélica Pérez Castro


Gracias a labor de indagatorias e inteligencia, personal de la Secretaría de Seguridad Pública, dependiente de la Coordinación de Investigación logró esclarecer un homicidio perpetrado en Tizayuca, en agravio de Feliciano Aldana Valdez, y detuvieron a tres personas como probables responsables del delito.

Al respecto una hermana del hoy occiso, dio a conocer que el 3 de Agosto del año en curso, Feliciano Aldana salió a las 05:30 horas a encender su camioneta, ya que es chofer de una colectiva y de pronto escuchó un grito, al asomarse vio tirado a su hermano, a quien de inmediato auxilió pero no vio a los agresores.

La víctima fue llevada a un hospital de la localidad para que le dieran atención médica, pero tres días después, el 6 de Agosto del 2013, el hospital notificó que Feliciano Aldana había fallecido a consecuencia de las lesiones que le ocasionaron.

Al continuar con las investigación los agentes entrevistaron a un vecino de la víctima, quien recordó que el día de los hechos se encontraba en el interior de su domicilio, cuando por la madrugada se levantó al baño y escuchó, que Feliciano salió a encender la combi del Servicio Público, en la que trabajaba.

Al levantar la cortina se percató que un sujeto con un palo atacó a Feliciano a quien le pegó en la cabeza cayendo al piso, donde lo pateó escuchando que le gritó, “para que no te metas con mi esposa”, pero se le cayó la capucha de la chamarra con la que cubría su rostro y ahí se percató que se trataba de otro vecino.

En la continuación de las pesquisas, los oficiales descubrieron que el agresor respondía al nombre de Gabino Pérez Escalante, a quien lo conocen como muy agresivo, que siempre anda drogado y alcoholizado, además de que a varias personas las despojó de sus objetos personales como computadoras y electrónicos.

Los efectivos policíacos dieron con el paradero de Pérez Escalante, de 33 años de edad, con domicilio en la localidad de Huicalco, Tizayuca, quien al ser interrogado sobre los hechos, aceptó que supo de una mujer que trabaja en el mercado, hermana de doña Eva, quien ofrecía veinte mil pesos por matar a su marido.

Gabino abundó en que la señora le comentó que su marido tenía casas y la combi del servicio público, pero que a ella y a sus hijas no les daba dinero. Al mostrarle al entrevistado una fotografía de Angélica Pérez Castro, la reconoció sin temor a equivocarse como la persona que le ofreció dinero para matar a su esposo, dijo que a él y a otra persona identificada como Cristian García Albino les entregó diez mil pesos como anticipo del trabajo y les dijo que les daría otros diez mil, dos semanas después de que realizaran el trabajo.

Con la declaración los agentes localizaron a Angélica Pérez Castro, de 36 años de edad, quien con relación a los hechos refirió desconocer, además de afirmar que no tenía que decirles nada; no obstante al tenerla a la vista, Gabino la reconoció como la persona que los contactó a él y a Cristian para matar a su esposo.


Posteriormente los policías ubicaron a García Albino de 24 años, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, con domicilio en el Barrio Cuxtitla de Tizayuca, quien indicó que si conocía a Gabino, pero desconoce de lo que lo acusan, así que los tres involucrados fueron presentados ante el agente del Ministerio Público.

Edith Gabriela Guerra Núñez

Tras una discusión con su marido, una mujer identificada como Edith Gabriela Guerra Núñez, asesinó a su hijo José Ángel, de 14 años de edad, quien padecía inmovilidad desde su nacimiento. El adolescente murió desangrado luego que su madre le cortara las venas con una navaja.

Las autoridades mencionaron que los hechos ocurrieron el sábado por la noche, en un domicilio ubicado en la calle Domingo Savio, en la colonia Ex Hacienda de San Juan de Dios, de la delegación Tlalpan, luego de que el esposo de la mujer identificado como Jesús López Gutiérrez, la amenazó con irse de la casa.

Vecinos de la pareja, aseguraron que era constante el escuchar gritos y peleas tras la puerta de la familia López Guerra, ya que desde hace 14 años el matrimonio no supo cómo enfrentar la discapacidad de su hijo José Ángel, por lo que las discusiones fueron aumentando de tono hasta el día del desenlace fatal.

José Ángel, quien nació con una discapacidad motriz, mantenía a sus padres unidos a pesar de las peleas. Pero la noche del sábado pasado la discusión entre Edith Gabriela y Jesús terminó con una advertencia: si el hombre decidía abandonar a la familia, ella mataría a su hijo José Ángel y después se quitaría la vida.

Jesús ignoró la amenaza y esa noche se fue del domicilio. Ahí dejó a su hijo adolescente y a su madre. A las 4:00 de la tarde del día siguiente, el padre llamó a casa para indagar cómo se encontraba su hijo. El teléfono sonó y nadie respondió. Tras varios intentos por saber de su vástago, Jesús regresó a casa.

Al asomarse por una de las ventanas de la casa vio el cuerpo inerte de José Ángel, el cual yacía sobre las escaleras de la vivienda en medio de un charco de sangre, por lo que al ingresar al domicilio y ver que su hijo no respondía corrió a pedir ayuda a la caseta de vigilancia  de donde solicitaron una ambulancia.

Los paramédicos que llegaron al lugar indicaron que el joven había muerto desangrado por lesiones que le provocaron en las muñecas con una navaja tipo cúter. Las huellas que quedaron en el lugar indicaban que tras la agresión, el adolescente fue dejado recargado en las escalinatas hasta que finalmente falleció.

Arriba, en una de las habitaciones encontraron inconsciente y recostada sobre la cama a Edith Gabriela. La mujer aún respiraba por lo que fue trasladada al hospital del IMSS donde fue atendida por personal médico. Luego se solicitó la presencia del Ministerio Público para que levantara el acta correspondiente.

Los peritos encontraron un cúter, que supuestamente usó la mujer para atacar a su hijo y en su recámara, sobre la cama, varias cajas con medicamentos. El padre admitió que tenía problemas de pareja con Edith Gabriela y aunque sufría crisis depresivas no la creyó capaz de atentar contra la vida de su hijo.


Autoridades de la PGJDF informaron que luego de que la mujer recuperó la conciencia por la intoxicación que sufrió con el consumo de varios medicamentos, fue sometida a un examen psiquiátrico y luego consignada a la penitenciaría femenil de Santa Martha Acatitla acusada del homicidio de su hijo.

Paola Tello

06/03/2014

Investigaciones realizadas por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) permitieron el esclarecimiento del homicidio de un menor de tan solo dos años edad, que presumiblemente fue privado de la vida por su madre en un poblado del municipio de Maravatío.

La presunta responsable, identificada como Paola Tello, de 17 años de edad, fue detenida por la policía ministerial y puesta a disposición del representante social, como presunta responsable de haber privado de la vida a su hijo quien en vida respondía al nombre de Emmanuel Vaca Tello, de dos años de edad.

De acuerdo con las primeras investigaciones, durante un mes la madre planeó privar de la vida a su hijo, por lo que el martes 4 de marzo, alrededor de las 08:00 horas, la mujer salió de su domicilio con la finalidad de llevar al niño a la población de San Miguel Curahuango, para que supuestamente “viera unas vacas”, por lo que abordaron una camioneta Jeep, color gris, con placas de circulación del Estado de México.

Cuando madre e hijo se encontraban en las inmediaciones de un cerro de la mencionada población, la progenitora desvistió al menor y le colocó una bolsa en la cabeza hasta asfixiarlo, además de cortarle las venas de las muñecas con una navaja de rasurar, para asegurarse de que el menor perdiera la vida.

Luego la adolescente dejó el cuerpo de su hijo abandonado y posteriormente se dirigió a un balneario de la localidad de Tarandacuao, Guanajuato, donde dejó la ropa de su hijo y se aseó para quitarse cualquier indicio que la delatara. Después se dirigió a su domicilio en la tenencia de Agostitlán, en este municipio.

En su casa comenzó a ingerir bebidas embriagantes y fue hasta el pasado miércoles que sus padres le preguntaron por su nieto, indicándoles Paola que se había perdido en la plaza ‘La Alameda’, de esta localidad, por lo que los padres se dirigieron a la Agencia del Ministerio Público para denunciar los hechos.

Una vez que el personal ministerial dio inicio a las investigaciones correspondientes, se entrevistaron con la madre del menor, quien luego de caer en contradicciones, dijo que ella lo había asesinado y condujo a los agentes hasta el predio del municipio de Maravatío, lugar donde se encontraron los restos del menor.


En ese lugar el agente del Ministerio Público realizó las diligencias de ley, mientras que ella fue puesta a disposición del Representante Social, mismo que resolverá su situación jurídica

22 mar 2014

Piedad Martínez del Águila


La famila numerosa Martínez del Águila era otra familia numerosa más, humilde, obrera y murciana. Hasta aquí no llamaría la atención si no fuera porque a finales de 1965 se empezó a hablar de ella en los periódicos. Y de las extrañas muertes de los cuatro hijos pequeños.

Una vez realojados de un poblado de chabolas, vivían en el bajo de un edificio  del Carril de la Farola, en la capital murciana. El padre, Andrés Martínez del Águila, trabajaba de obrero de la construcción, le ayuda su hijo mayor, José Antonio de 16 años. El segundo hijo, Manuel, de 14, trabaja de chapista. La tercera, Piedad, con 12 años, cuida de sus hermanos pequeños, realiza las labores de la casa y en los ratos libres pule piezas de motocicletas en la casa. Jesús de 10, Manolita de 8 y Cristina de 6, también ayudan puliendo, y los cuatro últimos, los más pequeñitos y desvalidos: Andresito, Fuensanta, Mariano y Mari Carmen, no hacían nada. La madre, Antonia Pérez Díaz, que estaba embarazada de  siete meses, se dedicaba a la cocina.

El día 4 de diciembre de 1965, fallecía misteriosamente la más pequeña de la familia, María del Carmen Martínez, de nueve meses de edad. Avisado el médico “del Seguro”, como se llamaba antes a la Seguridad Social, se presentó en la casa y diagnosticó muerte por meningitis. Hasta aquí todo normal, qué numerosa familia de clase humilde no perdía un hijo por meningitis. Además, no era la primera muerte infantil de la familia, cinco años atrás murió un bebé de dos meses.Pero cinco días después, el 9 de diciembre de 1965, muere el que ahora es el hermano más pequeño, Mariano Martínez, de dos años. También se echa la culpa a la meningitis. Cuando cinco días más tarde fallece el siguiente niño en orden de menor a mayor, Fuensanta Martínez, de 4 años. Aquí es cuando la gente empieza a sospechar algo. Las tres muertes consecutivas de cinco en cinco días y de orden ascendente en edad de los más pequeños, no parecen casuales. Los vecinos se inquietan, tal vez la familia tenga una enfermedad contagiosa de cinco días de incubación, o un extraño virus que salte de hermano muerto en hermano muerto. El caso es que empiezan a evitarles, y las autoridades tienen que intervenir.

El médico del Seguro ya duda que la tercera niña muerta tuviera meningitis, y empieza a dudar que fuera la causa de la muerte de los dos primeros. Lo que queda de familia Martínez del Águila, que sigue siendo numerosa, es ingresada en una habitación del Hospital Provincial de Murcia. Primero se piensa en una extraña enfermedad que sólo afecte a esta familia, o una intolerancia alimenticia (no iban desencaminados con esta hipótesis) y se somete a todos los miembros de la familia a pruebas. No se encuentra nada y se les da el alta para que pasen las Navidades en casa, el día 4 de enero de 1966, muere el cuarto hermano, al que le tocaba por ser el menor, Andrés, de 5 años.

Las vísceras de Andrés y Fuensanta se envían a Madrid para analizar por el Instituto Nacional de la Salud, no se encuentra la presencia de ningún virus, por lo que se remiten al Instituto de Toxicología y los restos de los niños al Anatómico Forense. Ahora buscan un tóxico letal. Finalmente se dictamina que los cuatro niños fueron envenenados. Ahora la duda es ¿por quién?.

Los primeros sospechosos son los padres. El 14 de enero se decretó su prisión provisional. Debido al avanzado estado de gestación de Antonia, se la mantuvo retenida en la sala de maternidad del Hospital Provincial San Juan de Dios. Al padre, le internaron en el Centro Psiquiátrico de El Palmar, para hacer una evaluación de su estado mental. Los niños no estaban detenidos, pero al ser menores no podían quedarse solos en casa, de manera que los dejaron con los padres, las niñas con la madre y los niños con el padre, aunque podían salir libremente a la calle. No se si es una impresión mía, pero si sospechas que unos padres han matado a cuatro de sus hijos… ¿los sigues dejando con ellos?. ¿O se trataba de una estrategia para saber qué ocurría de verdad en aquella casa?.

Parece que la policía ya sospechaba de la hermana mayor, Piedad, ya que era ella la que cuidaba de sus hermanos pequeños y la que estaba con ellos en el momento de la muerte de los cuatro. Se sospechaba que los cuatro habían muerto después de ingerir algún tipo de veneno de uso casero, y los cuatros murieron después de que ella les diera de comer. Pero cuando empezaron a sospechar de la niña, ésta acusó a su madre, diciendo que fue ella la que obligó a matar sus hermanos. La implicación del padre no estaba clara, pero continuo en prisión preventiva. Antonia y Piedad pasaron a ser las principales sospechosas.

El 25 de enero se decretó la orden de prisión de Piedad, que al ser menor de edad, fue recluida en el monasterio para jóvenes descarriadas de las Oblatas de Murcia, por orden del Tribunal Tutelar de Menores. El veneno utilizado resulto ser una mezcla de cianuro potásico y cloro, que provocaba una muerte fulminante, de hecho, cualquiera de los dos venenos, usados por separado, habrían matado inmediatamente a los niños. Fue Piedad la que lo administró en la leche de los pequeños, que murieron en menos de media hora. El cianuro mata en apenas dos minutos. (En la Universidad de Murcia sacrificaron a 21 cobayas y algún perro para determinar el poder mortífero de la mezcla).

La conclusión, Piedad, agobiada por tener que ser el ama de casa cuando todavía era una niña, a la que además encantaba pasarse el día jugando, envenenó a los pequeños, más indefensos y además, los más molestos y que más tiempo la quitaban. Utilizó el cloro presente en unas pastillas que utilizaba para limpiar metales, disolviéndolas en la leche, y el cianuro presente en un matarratas, que fueron los únicos tóxicos que encontraron en la casa del Carril de la Farola.

La presencia de venenos letales en los productos de uso doméstico, es algo normal, pero que una niña de 12 años con los estudios básicos y sin información lo sepa, resulta curioso. Se dice que uno de los Inspectores de la Brigada de Investigación Criminal que investigaba el caso, enseñó a Piedad una de las pastillas con cloruro potásico, la niña la reconoció y reconoció que la usaba para limpiar las partes metálicas de las motos. Bromeando, el Inspector “jugaba” a echar la pastilla en el vaso de leche que tenía la niña, y ella, primero riendo y luego enfadada, se lo impedía, diciendo que esa pastilla podía hacer mucho daño.

De Piedad poco más se sabe, su pista se pierde en Centro de Las Oblatas de Murcia, para chicas descarriadas. Allí dicen que se dedicó a hacer calceta. Quien la conocía decía de ella que era dulce, alegre y con muchas ganas de ser una niña y disfrutar jugando.

Los padres fueron puestos en libertad. Pero ésta no fue la primera vez que esta familia salía en los periódicos. En 1978, el mayor de los hermanos, José Antonio, fue uno de los cinco presos fugados de la prisión de Murcia. Se encontraba allí por el asesinato y robo de un taxista.


Obligar a los niños a crecer antes de tiempo, a veces no crea gente responsable, sino niños que siguen rompiendo juguetes. En este caso, otros niños.

Karen González Palomero


21 de Marzo, Cd. Juarez, Ch, México

Los tres detenidos que se realizó en la Fiscalía Zona Norte, Karen quien era hija adoptiva de Elsa Ruth Palomero y hermana de Katia González indicó que planeó el asesinato ya que sufría maltrato por parte de las dos víctimas.

Además junto con ella se realizó la detención de Héctor Everardo Alvarado Romero y René Zagarnaga quienes también participaron en el hecho, también se habla de otra persona que se encuentra prófugo.

El 12 de marzo a las 21:00 horas la adolescente llegó a la casa de su madre la cual se ubica en el cruce de las calles Azabache y Bronco del fraccionamiento Hacienda de las Torres en compañía de Héctor, René y otro sujeto quien aún se encuentra prófugo.

Ahí fue cuando sometieron a la mujer de 68 años para arrojarla al piso, momento en el que se fracturó la espalda por lo que ya no se logró levantar, para después atarla de las manos con cinta canela y torturarla para que diera el número de las tarjetas de débito.

Momentos después arribó Katia Natalia a quien también ataron de las manos para torturarla y que así diera la información sobre su tarjeta de nómina.

Uno de los sujetos acudió al cajero automático con las tarjetas de las víctimas para verificar que la información que otorgaron era la correcta, posteriormente retiró el dinero para así regresar al domicilio.

Al retirar el dinero obligaron a las dos víctimas a ingerir pastillas para que perdieran el conocimiento y golpearlas en la cabeza hasta causarles la muerte, después las envolvieron en cobijas para meter los cuerpos en la cajuela de automóvil Pontiac Grand Am color verde modelo 1995 propiedadde Esla Ruth.

Así fue como las trasladaron hasta el terreno que se ubica en Miguel de la Madrid y Enrique Pinocelly en donde rociaron los cuerpos con gasolina para prenderles fuego.


Tras realizar los trabajos de investigación los agentes ministeriales se establecieron las identidades de las dos víctimas y se logró la detención el día de ayer de los tres presunos responsables quienes circulaban a bordo del mismo vehículo que utilizaron para realizar el hecho en la calle Portal del Roble.

Erandy Lizeth Gutierrez



21 de Marzo, Sinaloa, México

Erandy Lizeth era alumna de la preparatoria Guamúchil de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), y fue quien asesino brutalmente a puñaladas a su “amiga” Anel Báez la noche del miércoles en el interior de su domicilio, en el fraccionamiento Las Fuentes.

“Pueda que parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”, es un tuit que fue redactado por  Erandy Elizabeth, jóven de 16 años que esta semana ha sido noticia roja nacional luego de ser identificada como la asesina de la que fuera su mejor amiga, Anel Báez, a quien mató nada más de 60 cuchilladas, luego de que no perdonará la difusión de unas fotos al parecer desnuda.

Los detalles del caso comienzan a emerger, luego de que el Procurador General de Justicia del Estado de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez informó que en su declaración ministerial la adolescente detenida confesó que los motivos para quitarle la vida a su “amiga” fueron por la supuesta filtración de unas fotografías que se tomaron cuando estaban en secundaria.

El procurador Higuera indicó que la relación entre la víctima y la presunta responsable tenía tiempo que estaba rota, después de haber sido muy amigas. El problema afloró cuando uno de los compañeros de ambas en la prepa hizo el comentario que tenía en su poder algunas fotografías comprometedoras de la joven.
En redes sociales consta que Erandy no superó el resentimiento por la forma en que sus fotografías fueron divulgadas y desde hace tiempo su mente comenzó a maquinar la manera de vengarse.
A través de su cuenta de Twitter el 23 de febrero señala en un comentario, “Pueda que parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”. En otro de sus tuits publicado el 8 de marzo Erandy Elizabeth hace el comentario: “No digo nada, pero en mi mente ya te mate cruelmente”.

También fue en las redes sociales donde momentos después del crimen expuso su presunta culpabilidad al escribir: “soy una pendeja”, y luego publicar: “dios mío que hice”. De nada sirvió aquel mensaje que en 2012 Anel le compartió vía Facebook donde le manifestaba todo su amor y cariño y agradecía a dios por todos los momentos felices que pasaba con quien consideraba más que una amiga, una hermana. 

Fue la tarde del miércoles 19 de marzo, cuando Erandy cometió su venganza, sabiendo que su víctima estaría sola en su domicilio, por lo que acudió a visitarla con el propósito de “platicar con ella” llevando en sus manos un par de raspados. La víctima se sorprende por la visita ya que tenía tiempo que no la visitaba.
No obstante Anel abrió la puerta de su casa y la invitó a pasar. Como en los viejos tiempos le dijo que subieran a charlar a su recámara en el segundo piso. Tras conversar un rato con su víctima, Erandy le dijo que iría al baño, el cual se encuentra localizado en la planta baja, pero se dirigió a la cocina donde tomó un cuchillo.
Erandy regresó a la habitación con el cuchillo escondido entre sus ropas y aprovechando que Anel estaba acostada viendo la televisión la sorprendió por la espalda y la agredió en más de 60 ocasiones hasta dejarla sin vida, luego pretendió limpiar las manchas de sangre y se retiró del lugar.

La adolescente asesina fue detenida cuando tuvo la ocurrencia de acudir al funera de su ex mejor amiga. Cientos de personas llegaro a la conocida funeraria de la ciudad de Guamúchil para despedirse de Anel.

Amigos, familiares, maestros y compañeros de escuela, nadie podía dar crédito que aquella joven tan bella y llena de sueños estuviera dormida dentro de un féretro.
Entre la multitud que se dio cita llegó una joven con apariencia extraña. Iba acompañada de su mamá. La joven llegó con la cabeza agachada, con su pelo largo y negro cubriéndole gran parte del rostro. Llevaba una blusa manga larga, la cual le cubría casi todas las manos. Al entrar a la capilla esta joven y su mamá se sentaron cerca del ataúd donde reposaban los restos mortales de Anel.

Esa misteriosa jovencita, llamada Erandy Elizabeth, de 16 años de edad, continuaba con la cabeza agachada, de la misma manera en la que entró. Muchos las miraban y decían: “era amiga de Anel”. Lo que la mayoría desconocía era que se trataba de la persona que le había quitado la vida a Anel.

Los testigos argumentaron que el tiempo que pasó en la capilla mantuvo un rostro perturbado, con la mirada perdida y siempre con la cabeza agachada. Aquellas mangas largas de su blusa cubrían evidencias del crimen contra quien fuera su amiga. En los brazos de Erandy había marcas de forcejeos y cortadas.

La mamá de Erandy se levantó por un momento, se dirigió a donde yacía el féretro. Observó por unos instantes el cuerpo de Anel. Erandy no se levantó para ver por última vez a la que fuera su ‘amiga’.


Momentos después las autoridades investigadoras detuvieron de la manera más sigilosa a Erandy Elizabeth mientras se desarrollaba la misa de cuerpo presente. Habían logrado localizar a la asesina.


17 mar 2014

Elizabeth Hernández Gutiérrez


jueves, 18 de octubre de 2012

Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal especializados en atender a las víctimas de violencia doméstica realizaron la detención de una mujer que fue acusada de haber abusado sexualmente de una jovencita, esto en una vivienda de la colonia Felipe Ángeles.

La detención se realizó a las 15:41 horas en un domicilio ubicado en el cruce de las calles Servidumbre y Zacatlán de la colonia antes mencionada, luego de que policías municipales llegaron a dicho lugar para atender una llamada recibida en el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata CERI 066, en la que reportaron un problema familiar.

Por lo que de inmediato arribaron los agentes municipales al lugar de los hechos y se entrevistaron con la madre de la víctima quien les manifestó que momentos antes observó llorando a su hija de apenas 13 años de edad, motivo por el cual le preguntó sobre que le ocurría, a lo que la niña le comentó que su vecina le realizó tocamientos en sus partes intimas y además la amenazó de muerte si la denunciaba.

Posteriormente la presunta responsable identificada como Elizabeth Hernández Gutiérrez de 27 años de edad, la cual fue llevada a la estación de policía del Distrito Universidad, en donde la presentaron con el juez de barandilla en turno quien a su vez se encargó de ponerla a disposición de la autoridad correspondiente para que sea ahí en donde se determinen responsabilidades

Hèléne Jégado


Hèléne Jégado nació en un pequeño pueblecito cercano a Lorient (en la Bretaña francesa) en el año 1803. En 1810, cuando tenía 7 años, su madre falleció de tuberculosis, y su padre la envió a vivir con sus tías. Ellas trabajaban en la casa de un clérigo en Burbry, y Hèléne comenzó a aprender los rudimentos del servicio doméstico.

Poco se sabe hasta ella hasta el año 1833, cuando entró a trabajar como cocinera en la casa de François Le Drogo, un sacerdote que vivía con su familia en Guern. Entre el 28 de Junio y el 3 de Octubre de ese año, en aquella casa murieron repentinamente siete miembros de la familia, incluyendo al propio François y una hermana que se encontraba de visita en aquella época. A pesar del misterio que envolvía estas muertes, nadie sospechó de Hèléne, pues se mostraba muy compungida. Además, el año precedente había tenido lugar una epidemia de cólera, con lo que las muertes se achacaron a ésto. Poco después, su hermana falleció, y ella fue a ocupar su lugar como asistenta; fue incluso una suerte para ella, puesto que ya que el sacerdote para el que trabajaba acababa de morir, su despido era inminente.

Mientras trabajaba sustituyendo a su hermana, murieron tres personas de aquella casa. Otra vez en la calle, encontró trabajo en la casa de una costurera. Marie-Jeanne Leboucher, la costurera, falleció poco después de la llegada de Hèléne a su casa, así como su hija. El hijo se puso muy enfermo, pero sobrevivió. Apiadada por su pérdida de trabajo, una viuda le ofreció ir a su casa. La viuda falleció la noche que Hèléne llegó tras cenar sopa.

En el año 1835 llegó a un convento a trabajar, pero fue rápidamente despedida por unos episodios de sacrilegio y por varios hurtos. Siguió trabajando como interna en varios lugares más, sitios en los que a menudo la gente enfermaba o moría, muchas veces con síntomas similares al envenenamiento por arsénico. Como en esa época no le fue encontrado en su poder, seguía libre.

A partir de 1841, y hasta 1849 no hay registro de muertes sospechosas en donde trabajó, aunque más tarde gente que la empleó notificó su cleptomanía, ya que al parecer fue sorprendida varias veces.

En 1850 llegó a Rennes, y consiguió trabajo en casa de un profesor de derecho de la universidad de esa ciudad, Théophile Bidard. Al poco de llegar, una de las criadas, Rose Tessier, enfermó y falleció al poco tiempo. En 1851 Rosalie Sarrazin, otra criada, siguió el mismo camino. Dos médicos intentaron recuperarla en vano, pero consiguieron permiso de la familia para hacerle una autopsia; presentaba los mismos y extraños síntomas que Rose. Hèléne se convirtió en sospechosa al proclamar su inocencia antes de que nadie le hubiese dicho nada. Théophile llamó inmediatamente a la policía, que se la llevó arrestada. El 6 de Diciembre de 1851 fue llevada ante el juez. Se consiguió desenterrar a varias personas susceptibles de haber sido asesinadas por ella para hacer la autopsia, y en todos los casos dieron positivo en arsénico y antimonio.

Debido a las limitaciones de la época, se la acusó formalmente de tres asesinatos, tres intentos y numerosos robos. Cuando el juicio comenzó su comportamiento sorprendió a propios y extraños; a veces hablaba en murmullos y otras a gritos, se mostraba muy sumisa en ocasiones y otras veces intentaba agredir a sus acusadores. Alegaba no saber lo que era el arsénico, y sin embargo en la sala sólo se había pronunciado la palabra “veneno”. Su abogado defensor alegó que era mejor no condenarla a muerte porque moriría pronto de cáncer, pero no fue escuchado. Hèléne Jégado fue ejecutada en la guillotina el 26 de Febrero de 1852 ante una gran multitud.


Se cree que es la responsable de al menos 36 envenenamientos entre 1833 y 1851.

Martha Rendell



Martha Rendell nació en Adelaida (Australia) el 10 de Agosto de 1871. De su infancia nada se sabe; tan sólo transcendó que de jovencita era promiscua, violenta y alcohólica. Vivía “amancebada” (hay que comprender que hablamos de una sociedad puritana a principios del s. XX) con Thomas Nichols Morris, quien se había separado de su mujer poco antes de conocer a Martha.

Thomas tenía consigo a los tres hijos de su matrimonio y tuvo otras dos hijas con Martha. En todo el vecindario eran conocidas las tremendas palizas que ella propinaba tanto a sus hijas como a los de su marido; hay testimonios de que su hija mayor, Annie, llevó en una ocasión tal paliza que estuvo semanas sin poder caminar.
El primero de los asesinatos de Martha fue precisamente Annie. Para matarla empleó un método un tanto elaborado; consistía en introducir ácido clorhídrico en la garganta diciendo que se trataba de un jarabe, lo que causaba una inflamación severa de la misma y acababa por impedir el paso de alimentos. La muerte se producía por inanición al cabo de un largo tiempo de agonía y dados los métodos médicos de la época era muy difícil de detectar. El 28 de Julio de 1907 Annie fallecía tras una semana de padecimientos. El médico familiar, un tal doctor Cuthbert emitió un certificado de defunción alegando que la causa de la muerte había sido la difteria. El 6 de Octubre de ese mismo año Olive, su hija pequeña, seguía el mismo camino; una horrible y angustiosa muerte y de nuevo achacaron el óbito a la difteria.

Llegando el invierno de 1908 Arthur, el hijo menor de Thomas, presentó el mismo cuadro que sus hermanastras. Como tenía ya 14 años y era un chico bastante robusto, su padecimiento se alargó hasta el 6 de Octubre, exactamente un año después que la pequeña Olive. Sorprendido por esta repentina muerte, el doctor Cuthbert pidió permiso para realizar una autopsia a las autoridades, cosa que le otorgaron. Martha pidió expresamente estar presente en ese momento, y permaneció en la sala de autopsias con una tranquilidad que fue calificada de “pasmosa”. Sin embargo, ni el doctor Cuthbert ni sus colegas hallaron nada que incriminase a Martha. Nuevamente, se achacó la muerte a la difteria.

En Abril de 1909 el hijo mediano de Thomas, George, comenzó a quejarse de dolores en la garganta. Voluntariosa, Martha le ofreció el “jarabe”. George, que hacía tiempo que sospechaba que sus hermanos no habían muerto por causas naturales, se dio la vuelta y se escapó corriendo a casa de su madre. Los vecinos empezaron a extrañarse de que el chico no saliese de casa, pero Thomas ignoraba donde estaba. Tras no obtener ninguna respuesta de Thomas, decidieron denunciar la desaparición de George a la policía. El encargado de la investigación fue Henry Mann, un inspector que además había tenido sus mas y sus menos con Martha. Comenzó de inmediato a tomar declaración a los vecinos y notó que muchos hacían referencia a los continuos dolores de garganta de los niños. Incluso se repetían los comentarios de que tenían la garganta siempre colorada y a menudo hinchada mientras su “madre” los miraba con gesto indiferente. 

Finalmente, Henry consiguió localizar a George, quien de inmediato le dijo que se había fugado porque Martha había envenenado a sus hermanos con “sales de frutas” y que había intentado hacer lo mismo con él.

Contrastando datos descubrió que Martha había comprado grandes cantidades sales coincidiendo con los períodos de “enfermedad” de los niños fallecidos. Así pues, solicitó al juez permiso para exhumar los cadáveres y hacerles una nueva autopsia. El dia 3 de Julio de 1909 se procedió al levantamiento de los cadáveres y a la autopsia. En los tres cuerpos se encontraron restos de ácido clorhídrico en la zona de la garganta. Se ignora cómo Martha fue capaz de obtener ese ácido a partir de las sales de frutas, si es que no lo había comprado, pero lo cierto es que los tejidos de los tres cadáveres contenían dichos restos.

Inmediatamente se procedió a la detención del “matrimonio” y fueron sometidos a juicio de inmediato. Thomas fue exculpado, pero Martha fue condenada a muerte al segundo día de juicio.

El 6 de Octubre de 1909, Martha Rendell se convirtió en la última mujer en ser ajusticiada en la horca en Australia Occidental. Sus restos se encuentran debajo de la lápida de Eric Edgar Cooke, el último hombre en ser sometido a la horca en ese lugar más de medio siglo más tarde.

Martha Needle

Martha Needle nació en el año 1864 en Ashford, en Australia del Sur (Australia) en una familia un tanto violenta cuyo padre era alcohólico. A pesar de esto, su infancia no pareció afectarle. Antes bien, era una joven muy guapa y agradable, siempre dispuesta a ayudar sus vecinos.

En el año 1881 se casó con Henry Needle, un apuesto joven del vecindario con quien se fue a vivir a Richmond, un suburbio de Melbourne cuando dio a luz a su primera hija, Mabel.

Todo fue bien en un inicio, hasta que el 23 de Febrero de 1885 la pequeña Mabel moriría tras una breve enfermedad. La pequeña tenía un seguro de vida, al igual que toda la familia, por lo que sus padres gastaron parte de los 100 dólares (una buena suma en aquella época) en hacer un entierro fastuoso a petición de Martha. Con el devenir de los años tuvieron otras dos hijas, quienes también muriron a muy corta edad.

A lo largo del año 1889 Henry comenzó a sentir dolores estomacales cada vez con más frecuencia, algo a lo que los médicos en un principio no encontraban explicación. Finalmente, el 4 de Octubre de 1889 Henry falleció; según los doctores se trataba de un óbito provocado por alguna clase de fallo hepático.

Meses después de la muerte de su marido, Martha comenzó a relacionarse con un joven llamado Herman Juncken, quien acudía casi a diario a casa de su novia a pasar un rato antes de cenar. Una tarde, se sintió indispuesto estando allí, aunque por suerte había un médico en las cercanías tratando a otro paciente. El doctor Boyd fue en cuanto Martha lo avisó y el doctor recomonió a la joven y sabía de quien se trataba, puesto que ya había atendido a Herman en otra ocasión por circunstancias similares. Le aplicó un lavado de estómago y consiguió salvarle la vida. Entre los vómitos del joven, el doctor creyó notar algo que le recordaba sobremanera al arsénico, por lo que puso el caso en conocimiento de las autoridades.

La policía habló con Herman para tenderle una trampa a Martha, y éste aceptó. Unos días más tarde, tras anunciar la visita a las autoridades, fue a casa de Martha al salir de su trabajo. En las cercanías esperaban dos policías atentos al silbido de Herman, que era la señal convenida para que entrasen en acción cuando Martha sirviese té a Herman. Cuando éste silbó entraron rápidamente, y se encontraron a la joven luchando con su novio para deshacerse de la taza de té incriminatoria. Una vez que el contenido de la taza fue analizado se detectó una gran concentración de arsénico en su interior, capaz de matar “al menos a tres o cuatro personas” según el informe pericial.

Con este informe en su poder, el juez ordenó prisión incondicional para Martha mientras se hacían autopsias a los huesos de las tres hijas y del marido de Martha. El resultado fue que se hallaron concentraciones altas de arsénico en todos los restos, por lo que fue juzgada por cuatro asesinatos y dos intentos de asesinato.


En el año 1894, a los 30 años de edad, Martha Needle fue condenada a muerte y ahorcada en la Vieja Prisión de Melbourne, lugar que actualmente es un museo y donde se pueden contemplar, entre otras cosas, la capucha que Martha llevaba cuando subió a la horca.