14 ene 2021

Brooke Skylar Richardson


 

Por Isis Sauceda / L.A. Septiembre 13, 2019

PERO QUE HIJA DE FRUTA!

Joven porrista acusada de asesinar a su bebé queda en libertad tras cumplir siete días de cárcel

La porrista Brooke Skylar Richardson, acusada de matar a su hija recién nacida, fue sentenciada a tiempo cumplido tras ser encontrada culpable de abusar del cadáver de la bebé. La joven, quien alegó en su defensa que la niña nació muerta y no murió por su mano, fue puesta en libertad el viernes.

Una joven de Ohio acusada de haberle quitado la vida a su bebé fue absuelta de los cargos de asesinato y homicidio involuntario, y declarada culpable de abusar del cadáver de su recién nacida. El juez del caso la sentenció a tiempo cumplido, por lo que este viernes fue puesta en libertad.

Brooke Skylar Richardson fue condenada a siete días de prisión por el grave abuso de un cadáver —por enterrar a la niña sin vida en el patio de la casa de sus padres tras su nacimiento— pero como Richardson había pasado siete días en la cárcel mientras se llevaba a cabo el juicio, la joven porrista fue puesta en libertad.

Richardson deberá cumplir tres años de probatoria y, de violarla, podría estar presa hasta por un año, según reportó PEOPLE.

“Estoy para siempre arrepentida”, dijo antes de voltear a ver a la familia del padre de la bebé. “Lo siento”.

El juez Donald Oda ordenó que los restos de la bebé, a quien la madre llamó Annabelle, fueran entregados a la familia de Richardson tras dos años de haber servido como evidencia en el caso. El juez hizo al padre de la porrista prometer que darían digna sepultura a la niña.

Por su parte, quien fuera la abuela paterna de la bebé expresó su dolor ante el juez y aseguró que su hijo, el padre de la niña, jamás ha sido el mismo desde su muerte.

“Dos años, cuatro meses y una semana. Eso tendría mi nieta si estuviera aquí”, dijo Tracy Johnson.

Pero ¿quién es Brooke Skylar Richardson?

Antes de ser arrestada, era una entusiasta porrista de preparatoria que se preparaba para asistir a la universidad. Lo que pocos sabían era del desorden alimenticio que padecía y lo obsesionada que estaba con su peso y su imagen.

De acuerdo a reportes, Richardson había batallado con su peso desde los 12 años, por lo que a sus padres se les hizo normal que aumentara unas cuantas libras ya que ignoraban que estaba embarazada.

Según la evidencia presentada en corte, la madre de Richardson vivía obsesionada con el peso de su hija y la chica quería que su madre la aceptara a toda costa —por lo que hacía lo que fuera necesario para agradar a su progenitora.

En los días después de la muerte de la bebé, Brooke enviaba mensajes a su madre constantemente informándole sobre su pérdida de peso, lo cual su madre apoyaba. Diez días después de haber enterrado a la niña, Brooke comentó a su madre que en una de sus clases anunciaron que ella había perdido 20 libras y que sus compañeros aplaudieron su logro, por lo que su madre la llamó su “héroe”.

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