1 abr 2012

Fernanda Martínez Enríquez


A consecuencia de los golpes que le dio su propia madre con un palo en la cabeza, un niño de 7 años murió en el Hospital del Niño “Federico Gómez Santos”, de Saltillo, Coahuila, en México

Según la necropsia de ley, el pequeño Miguel Ángel Hernández Martínez murió por un fuerte traumatismo cráneo encefálico severo producido con un objeto contundente.

Detectives de la Policía Investigadora del Grupo de Homicidios, detuvieron a la inculpada Fernanda Martínez Enríquez, originaria de San Luis Potosí, quien quedó bajo arraigo por un lapso de 10 días.

Asimismo, Víctor Hugo Mayorga Covarrubias, pareja de la mujer, se encuentra bajo investigación y también en posibilidades de que se solicite la medida cautelar de arraigo por el delito de encubrimiento, ya que aparentemente presenció los ataques contra su hijastro.

Desde hace tres meses Fernanda Martínez golpeaba a su único hijo, supuestamente porque le hacía tocamientos, dijo anoche, en conferencia de prensa, Sergio Sisbeles Alvarado, vocero para temas de Seguridad de la Fiscalía General del Estado.

El sábado 7 de enero la mujer golpeó a su hijo en su casa de la calle de Nogalitos 291, colonia Lomas de Santa Cruz, un sector ubicado entre Lomas de Lourdes y Valle Dorado.

Aparentemente el niño salió corriendo para evitar más golpes, pero fue alcanzado por su agresora, quien continuó pegándole.

Cerca de las 21:30 horas, Fernanda Martínez volvió a agredir a su pequeño, y con una almohada lo hizo azotarse contra la pared, donde cayó inconsciente y trató de reanimarlo con alcohol, pero no buscó atención médica.

Por la mañana fue ingresado a la Clínica del Magisterio Sección 38, donde presentó un paro respiratorio. Ahí fue estabilizado y estuvo internado hasta el martes.

Tras una resucitación cardiopulmonar, los médicos advirtieron a la mamá que era mejor llevarlo al Hospital del Niño para ser atendido por especialistas.

Pero Miguel Ángel sólo estuvo internado hasta ayer a las 10:00 horas, cuando falleció y se reportó a la Fiscalía que el cuerpo presentó hematomas en los pies, la espalda y la cabeza.

Tales huellas hicieron que detectives de la FGE buscaran al padrastro Víctor Hugo Mayorga pues sospecharon que podría ser el presunto homicida, pero el caso dio un giro.

Mayorga dijo que llegó del trabajo el domingo 8 por la mañana y al ver al niño tan lastimado lo llevó a la Clínica del Magisterio, aunque su mujer se quedó en casa sin mostrar preocupación.

Los policías detuvieron a Fernanda Martínez, quien dio versiones distintas sobre los golpes del niño, pero no indicaba con certeza quién o quiénes lo agredieron.

Vecinos del sector dijeron que el niño era retraído y estaba en primer grado de la Primaria Jorge Torres Casso, ubicada frente a su casa.

Aparentemente quien realmente cuidaba a Miguel Ángel era su abuela, pues Fernanda siempre culpó al pequeño por la separación del padre, quien reside en Monterrey.

Al ser presentada anoche a los medios informativos, la supuesta filicida apareció protegida con un chaleco antibalas y fue esposada de pies y manos.

Alcanzó a expresar que golpeaba a su hijo porque “hacía cosas y no podía tranquilizarlo”.

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