De acuerdo con estudios recientes llevados a cabo por el doctor en Psicología, Peter Langman, autor del importante libro "Why Kids Kill?", acerca de una niña potencialmente homicida llamada Shalisa, quien vive en un suburbio de Washington, DC, se puede encontrar importante información acerca de los motivos que una niña puede tener para asesinar.
Shalisa fue admitida en un hospital para su tratamiento en virtud de que planeaba apuñalar a sus padres, matar compañeros de su escuela y después suicidarse. Shalisa comunicó sus planes a una amiga, quien por fortuna reportó los hechos a su consejero escolar, quien actuando en consecuencia comunicó a sus superiores y a los padres de Shalisa sus dramáticas intenciones.
Los padres de Shalisa llevaron a cabo una búsqueda minuciosa en su casa y especialmente en el cuarto de ella, encontrando un cuchillo profesional de cacería y una pistola debajo del colchón de su cama. De no haber alertado la amiga de Shalisa de las intenciones de ésta, el asesinato de sus padres, compañeros de escuela y el suicidio de ella se hubieran llevado a cabo.
¿Y de donde sacó Shalisa las armas? Pues de su propia casa. ¡Sus padres tenían un arsenal de ellas legalmente adquiridas! Increíble.
Shalisa pensaba que matando a sus padres dejaría de escuchar las voces internas que le decían "¡Mata! ¡Mata! ¡Mata! ¡Todo el mundo va a ser más feliz si ellos mueren!". Obviamente Shalisa estaba enferma y necesitaba ayuda, la que por fortuna consiguió antes de matar a sus padres.
Algunas de las razones que dio Shalisa fueron que quería matar a sus padres por problemas con ellos y porque un compañero de su escuela "la traía de encargo y había hecho malos comentarios de ella".
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